sábado, 3 de abril de 2010

El Tintero de la Historia: Un siglo de Gran Vía


En efecto, se cumple ya un silgo de historia de una de las calles más populares de la urbe madrileña, la Gran Vía.

Conocida por algunos como el Broadway madrileño por sus cines y teatros musicales, ésta avenida que junto con la Castellana es uno de los centros neurálgicos de nuestra ciudad, está salpicada de cafés, grandes cadenas de tiendas, ocio y turismo a partes iguales.

Es en todos los sentidos, una zona cosmopolita y de marcados contrastes, con un constante y característico fluir de gente, colores, acentos y formas de ver y entender la realidad.

Para muchos una senda bohemia en donde confluyen decenas de callejuelas del casco histórico de nuestra ciudad, mundanales bocacalles con mayor o menos fortuna en su reconocimiento y estima.

Estrechas callejuelas de donde brotan, al caer el ocaso, singulares personajes conocidos de sobra por aquellos que pateamos a menudo esta gran avenida: Poetas callejeros, ermitaños urbanos, los famosos hermanos del Heavy metal e hijos del Madrid Rock, las decenas de tribus urbanas, oscuros personajes de dudosa moralidad…y todo ello mezclado y agitado junto al ocio y la dinámica nocturna en una gran coctelera que hace las delicias de todos cuantos la visitan.

Sin embargo, esta avenida no tuvo en sus orígenes el fin del divertimento, sino que se ideo en 1897 por los arquitectos municipales José López Sallaberry y Francisco Octavio Palacios como prolongación de la calle preciados y enlace de la plaza del callao con la calle arenal, además de servir de desahogo y esparcimiento a las oscuras y estrechas calles del casco antiguo, luchando de esta forma con las condiciones antihigiénicas propias de las urbes de la época.

Tras una disputa judicial con los herederos de Velasco por una presunta copia del proyecto, las obras se iniciaron finalmente el 4 de abril de 1910 con la presencia del alcalde de Madrid y de la familia real encabezada por Alfonso XIII, acabando de forma oficial el 18 de julio de 1924 y recibiendo el nombre de calle de Conde de Peñalver.

Desde la fecha, la avenida ha sufrido algunas modificaciones como la eliminación de un bulevar y varios cambios en su denominación como el caso de Avenida de Rusia en 1937 en honor al comunismo, Avenida de México o Avenida de José Antonio en tiempos de la dictadura franquista, en honor a José Antonio Primo de Rivera, fundado de la Falange.

Sin embargo, sus fachadas y edificios apenas han sufrido cambios en su estructura, presentando todos una altura similar y respetado el ancho de la calle.

No obstante, al haber sido construidos a lo largo de casi medio siglo, muestran una obvia evolución en su arquitectura, desde los estilos historicistas del primer tramo hasta el funcionalismo de la zona cercana a la plaza de España.

Por todo ello la Gran Vía es, y seguirá siendo, Símbolo indiscutible de la arquitectura y la vida de todos los madrileños y…¿Quién sabe?.Quizás nos crucemos mañana mientras transitamos ésta vía…


Hugo Jiménez Chacón

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1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Ah! 100 años cumple la Gran Via.
La artería Madrileña por excelencia.
El Brodway español le llaman.
Desde Chicote, el edificio de Telefonica o Torrespaña. Pasando por los Palacios de la Música y de la Prensa.
Ilustres las personalidades que pasan por la alfombra roja madrileña.
Esperemos que la Globalización y el Consumismo llevado al extremo, no acaben por hacer desparecer esos cines; cuyas tardes de palomitas hemos disfrutado todos.

6 de abril de 2010, 13:45  

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