viernes, 2 de julio de 2010

Honor Patrio: La fiesta del Tio Sam y la fiesta del Tio Villa

Este próximo día 4 se celebra en estados Unidos y en todas sus embajadas repartidas por el mundo, la renombrada fiesta del 4 de julio, la fiesta con la que los americanos celebran su independencia y el nacimiento de los Estados Unidos como nación.

Quien más y quien menos, ya sea porque haya tenido la fortuna de vivir este día en territorio norteamericano, o bien lo haya visto en alguna de las cientos de películas que abordan el tema, tendrá una imagen mental de los grandes festejos que se desarrollan en esta fecha. Actuaciones musicales, fuegos artificiales, barbacoas y comidas al aire libre, espectáculos aéreos, obras teatrales… exaltaciones del honor patrio…y he ahí a donde quería llegar…

Honor patrio…todo un concepto. Y es que, si algo define a un norteamericano de cepa, es ese sentimiento de amor a la patria que bien definió en su día J.F Kennedy con aquello del ”No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país”…algo que, si me permiten la polémica, siempre concebí más propio de los regímenes comunistas de la antigua URSS que del abanderado del capitalismo por antonomasia.

Al otro lado del gran charco, en esta tierra de “fuertes contrastes” somos incapaces de reconocer ese sentimiento del que hablaba. A nosotros el tema de las banderitas y la mano en el corazón nos produce urticaria cuanto menos. No quiera uno enarbolar la “roja y gualda” en público sin ser tachado de fascista y retrógrado.
En esta España del s XXI bien se nos ha inculcado una creencia artificial en los símbolos y estigmas del pasado. No hablemos de nuestro país como nación, hagamos comentarios referentes a la unidad ni saquemos de paseo las banderitas (salvo que sean autonómicas o republicanas que eso sí es progre y molón) so pena de que deseemos que nos empiece a aflorar un medio bigotillo y cierta voz gangosa…

Sin embargo es oír un “Villa es una maravilla” o un “Gooool de España”(como esos que gritaba Héctor del Mar) y sentirnos hermanados al instante, sabernos españoles por encima de autonomismos e ideologías y sacar con ardor cientos de banderas a los balcones al grito de “Españaaaaaa, Españaaaaaaa”. Momentos en que da igual quien tengas a tu lado, ya sea vasco, catalán o gallego, en esos momentos de entusiasmo y fervor todos somos españoles, hermanos que gozan de los logros de su país…y luego dicen que el futbol no es más que unos cuantos tios corriendo detrás un balón…

En fin, disculpen mis desvaríos, que me salgo del tema. Hablábamos del 4 de julio norteamericano y su honor patrio, ese sentimiento que somos incapaces de apreciar por mucho que lo intentemos, y eso que no será por historia a nuestras espaldas, que nosotros también luchamos codo con codo por nuestra independencia y en más de una ocasión…para horror de algunos.

Así pues si alguno ha sentido la curiosidad alguna vez sobre el porqué los norteamericanos dan tanta importancia al mítico día de la independencia de los Estados Unidos o la razón por la que se les eriza el vello al escuchar el himno del “The Star-Spangled Banner” mientras se llevan la mano al corazón y se despliega en todo su esplendor la abndera de franjas y estrellas centelleantes, no lo dude, tiene una cita el próximo 4 de julio.

Claro que, si quiere sentir algo parecido, también podría bajarse al bar de la esquina, tomarse unas cañitas y sentirse con gran honor español cuando el sábado, Villa, nos haga sentirnos a todos hermanos y reconciliarnos con nuestra bandera, que es mucho más que el símbolo de un país, es el símbolo de nuestra selección…

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1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

ESPAÑA!!!!

13 de julio de 2010, 9:25  

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